¿Es un niño independiente o maleducado?
¿Sabes qué diferencia a un niño curioso e independiente de otro que hace berrinches?
La respuesta corta a esta pregunta es el tipo de cuido y atención que recibe el niño de su cuidador principal. A este vínculo se le conoce en psicología como apego y hay muchos estudios realizados en torno a este tema, su impacto en el desarrollo de los niños e, inclusive, su impacto en la forma como nos relacionamos con nuestra pareja en la vida adulta.
Cuando un niño acude a su mamá para satisfacer sus necesidades básicas de afecto, protección y alimento y la mamá lo atiende en forma descuidada o no lo atiende del todo, el niño aprende que pedir las cosas de buenas maneras no funciona. Como el niño, aún así, requiere satisfacer sus necesidades, muy pronto va a darse cuenta de que tiene que buscar otra manera de llamar la atención de su cuidador y pueden empezar los berrinches. Adicionalmente, este niño puede interpretar que el mundo es un lugar hostil y que no debe confiar en las demás personas, lo cual a largo plazo le va a dificultar desarrollar relaciones de pareja emocionalmente estables.
Por el contrario, un cuidador que esté atento a las necesidades del niño, y que las satisfaga de forma apropiada y sin sobreprotegerlo, va a permitir que el niño crezca como una persona confiada y segura de sí misma. Un niño así va a estar predispuesto a explorar su entorno e intentar cosas nuevas, pues sabe que siempre que tenga problemas y necesite ayuda, su mamá va a estar disponible para él.